Nacido en un safari en África, la palabra utilizada para denominar esta tendencia surge de la conjunción del glamour (glam) y el camping (ping). En este sentido, nuestras cúpulas reúnen las condiciones naturales y no invasivas típicas de las tiendas en las que se combinan el confort y el lujo. Todo ello persiguiendo un turismo más ecológico que permita al usuario acercarse a la naturaleza.
– Amelia Edith Huddleston Barr –
El término geodésico viene del latín y significa «división de la tierra». Una línea geodésica es la distancia más corta entre dos puntos cualquiera de una esfera.
Las construcciones llamadas Cúpulas o domos, son estructuras geodésicas que responden a construcciones geométricas ancestrales que, por su infraestructura, pueden ser desmanteladas y no dañan el medio ambiente. Una «cúpula geodésica» es una estructura espacial esférica que se compone de una compleja red de triángulos que, unidos, crean un marco autoportante estructuralmente fuerte pero elegantemente delicado. Su diseño inteligente permite un espacio interior masivo, libre de columnas u otros soportes. Todo envuelto en una atmósfera de elegancia y delicadeza.
Una de las grandes cúpulas más antiguas del mundo es el Panteón de Roma, reconstruido alrededor del año 125 DC. Para poder soportar el peso de los pesados materiales de construcción de las primeras cúpulas, las paredes de abajo se hicieron muy gruesas y la parte superior de la cúpula se hizo más delgada. En el caso del Panteón de Roma, en el vértice de la cúpula hay un agujero abierto u óculo.
Fue en 1919 cuando se inició la idea de combinar los triángulos con el arco arquitectónico, y fue un ingeniero alemán, el Dr. Walther Bauersfeld, quien lo hizo. Sin embargo, fue R. Buckminster Fuller (1895 a 1983) quien concibió y popularizó el concepto de las cúpulas geodésicas como viviendas. Su primera patente para un domo geodésico fue emitida en 1954 y en 1967 su diseño fue mostrado al mundo con «Biosphere» construido para la Expo ’67 en Montreal, Canadá.
